jueves, 4 de mayo de 2017

La corrupción de la verdad y su repercusión en la definición de evidencia científica.

LA CORRUPCIÓN DE LA VERDAD Y SU REPERCUSIÓN EN LA DEFINICIÓN DE EVIDENCIA CIENTÍFICA.

FACTORES QUE HAN CONDUCIDO A LA MEDICINA DEFENSIVA QUE TRATA ENFERMEDADES Y NO ENFERMOS.

SERGIO MEJIA VIANA. HOSPITAL DE SAINT BERNARD´S.GIBRALTAR, 
CENTRO MEDICO CNH FUENGIROLA. SECRETARIO  ASOCIACIÓN ISOMET.

OBJETIVOS:
Explicar cuáles son los contenidos del pensamiento y como saber cuáles son ciertos y cuáles no. Definir las implicaciones y crecientes demandas que esto impone sobre la práctica del médico, ya que los pacientes acuden más informados que en décadas anteriores. Definir una estrategia que permita al médico saber que es evidencia científica y que no lo es.

CONTENIDOS DEL PENSAMIENTO HUMANO Y SU RELACIÓN CON LA VERDAD.
Según el “nivel de verdad” que haya en cada idea, estas pueden ser clasificadas en 3: Dudas, Opiniones y Certezas. Una duda puede ser: “encontraremos la cura para el cáncer algún día?”; siguiendo este mismo hilo, una opinión sería: “Yo creo que hay expertos que están cerca de encontrar su etiopatogenia para cortar de raíz el Cáncer”; Y en algunas corrientes alternativas, se dice como certeza: “el cáncer tiene un origen multifactorial y tiene que ver con el mal manejo de las emociones y su repercusión inicial en los cuerpos sutiles, que por no ser atajado a tiempo se llega a manifestar en el cuerpo físico”. Según el grado de implicación, de estudios y de honestidad que tenga el observador, estas tres frases pueden ser o bien dudas, o bien opiniones, o bien certezas. Quien afirma: “Esto es mentira” está reconociendo tener una certeza de algo. La corrupción de la verdad viene cuando dudas y opiniones son elevadas a la categoría de certeza, bien por un interés concreto, o bien por falta de sencillez personal.

LA PRACTICA MÉDICA SE DEBE APOYAR EN LA EVIDENCIA CIENTIFICA. PERO ¿QUÉ ES EVIDENCIA CIENTÍFICA?
El método científico constituye un grupo de observaciones y experimentaciones en ámbitos específicos a partir de los que se generan preguntas y razonamientos, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y sistemas organizados. La ciencia moderna es independiente del espíritu y su entorno. Clasifica y estudia los sistemas biológicos en exclusiva, sin llegar a entender la energía motriz que genera la vida. Por tanto, la medicina moderna de occidente solo ve un cuerpo y su interacción con el entorno.

Hasta hace unos años, la medicina moderna estaba dividida en dos categorías principales: occidental y oriental. La atención sanitaria occidental, también llamada medicina alopática, es mecanicista; los médicos occidentales tratan de aliviar los síntomas a través de una serie de métodos científicamente documentados. La medicina oriental se dedica a los cuidados holísticos, que tratan a la persona en su totalidad –mente, cuerpo y espíritu- y no solo sus síntomas. Acudiendo al párrafo anterior, de dudas, opiniones o certezas, en qué lugar se puede clasificar el que haya corrientes científicas de oriente que afirmen que la persona tiene un espíritu? Desde la separación de conocimientos en la época del renacimiento, estos temas son considerados más de corte filosófico que científico y son apartados por la ciencia.

Los métodos oriental y occidental parecen ser diametralmente opuestos y el cisma que existe entre ambos parecía ser insalvable, hasta que los practicantes y los pacientes advirtieron que los dos métodos se enriquecen entre sí. Gracias a este descubrimiento, nació un nuevo proceso medicinal denominado medicina integradora. La cuestión es: Solo se puede considerar evidencia científica aquello que esté demostrado en un meta-análisis de estudios aleatorios y aprobado por la FDA, Unión Europea o Agencia Española del Medicamento? Sería fundamental que la fuente de la evidencia científica fuera la universidad en exclusiva y no la industria que vive de la rentabilización de sus patentes.

CONFLICTO PARA INTEGRAR AMBAS FUENTES DE CONOCIMIENTO. DOS CASOS ORIENTATIVOS.
Suele presentarse el caso de que el paciente acude a su médico porque ha leído algo respecto a un tema concreto. Si esto no está dentro del esquema que tratan los libros de texto y las publicaciones que normalmente lee el profesional, su respuesta será con toda probabilidad: “no hay estudios que demuestren que…. y por tanto eso no es científico”. Tienen alguna fecha de caducidad los hallazgos que algún día fueron publicados? Tiene algún médico la capacidad de leer absoultamente toda la información científica que hay en los cientos de miles de journals que se publican diariamente? Dos ejemplos para ilustrar la necesidad de ampliar horizontes a la hora de definir “evidencia científica”.
En 1941 salió la primera edición del libro de bases farmacológicas de Goodman y Gilman, que ha sido un referente para el estudio de la farmacología a nivel mundial. Para el tratamiento del hipotiroidismo se ofrecían dos alternativas: La tiroxina y el extracto de tiroides desecado de cerdo, y el segundo era definido claramente como la opción preferida. En 1974, en la cuarta edición del libro, el tiroides desecado de cerdo aun se describe positivamente. Un evento totalmente no científico, que tenía que ver con la falsificación del producto, generó desconfianza en la comunidad médica y a partir de ese año, fue la tiroxina la que se incluyó en el manual de texto mencionado. La competencia entre compañías farmacéuticas y su estrategia de marketing son un claro factor de confusión a la hora de definir nuestra evidencia científica. Los endocrinólogos modernos han aprendido que con la Tiroxina (T4 sola) es suficiente, pero hay una corriente generada inicialmente por pacientes insatisfechos, que se ha trasladado al ámbito de la medicina integrativa, que está recuperando el uso del extracto de tiroides desecado de cerdo (T4, T3, T2, T1 y Calcitonina) bajo la mirada escéptica de las sociedades de endocrinología (1).


El segundo ejemplo trata de los antibióticos. Hay muchísima evidencia, miles de estudios aleatorizados de antibióticos, su efectividad relacionada con los patógenos, y gracias a ellos las infecciones severas son controladas en el mundo intrahospitalario. Sin embargo es criticado el profesional que receta de forma ambulatoria, como antibiótico para infecciones menores, el aceite de orégano. Qué se necesita para que esta práctica sea considerada basada en la “evidencia científica”? Qué sea patrocinada por un laboratorio farmacéutico o que lo digan unas guías de actuación determinadas? En la bibliografía se citan solo como ejemplo, dos casos de estudios realizados con antibióticos naturales, que están citados, uno en el Journal of alternative and complementary medicine (New York)(2) y el otro en Parasitology research(3).


PRINCIPIOS DEONTOLOGICOS PARA ENCONTRAR UNA EVIDENCIA CIENTÍFICA SÓLIDA.
De acuerdo con la deontología de Kant las acciones y sus resultados son cosas independientes. Esta escuela deontológica defiende que cada uno es libre de actuar si considera que sus acciones son éticamente correctas. Esto en el siglo XVIII generó controversia ya que hasta entonces la ética se basaba en la ley natural del bien y del mal. Jamás en la historia moderna la humanidad había tenido acceso a toda la información en una red cibernética. Eso genera una especie de “atragantamiento” porque se puede encontrar, en el marco de la evidencia científica, estudios que apoyan una hipótesis y estudios que rechazan la misma hipótesis. Además, el conocimiento está en constante evolución. Por poner un ejemplo: Hace unos 30 años, un cirujano actuando basado en la evidencia científica, intervenía una úlcera gástrica con una complicadísima intervención conocida como Billroth II, que afectaba profundamente la calidad de vida de esos pacientes. Hoy en día, esa intervención es descabellada.


EL SURGIMIENTO DE LA MEDICINA DEFENSIVA.
Varios factores influyen en la decisión comunitaria de los tratamientos. Para garantizar una adecuada atención médica, los gobiernos y las sociedades científicas, hoy día repartidas por especialidades médicas, van creando guías de actuación terapéutica, desviando el enfoque de paciente y poniendo todo el foco en la enfermedad. Se ha desvirtuado así un principio hipocrático que reza: No hay enfermedades sino enfermos. Hay dos maneras de ver la medicina: como ciencia y como arte. Hoy en día solo concebimos el primero. Hay un afán desmedido de generar publicaciones para el currículum, de obtener patentes, de ser el primero en hacer determinada técnica, de ser el que más casos ha hecho, etc. La vocación del médico en general, así como la verdad, están corruptas. Se publican opiniones como certezas para incrementar las ventas de fármacos y otros productos sanitarios. En no pocos casos, la relación íntima entre el médico y el paciente se ve rota porque hay que seguir unas guías de actuación gubernamentales, aunque ni médico ni paciente estén de acuerdo. Debe renacer la medicina como arte, y entonces la evidencia será la científica y también la humana.

CONCLUSIONES:
Los contenidos del pensamiento son dudas, opiniones y certezas según su relación con lo que es verdad. El paciente de hoy en día está muy informado porque tiene acceso a diferentes fuentes de conocimiento. La relación médico paciente, cordial y transparente, es la mejor manera de conseguir que la práctica sea humana y basada en la evidencia científica de que el médico dispone, que nunca es absoluta. Es recomendable no tener esquemas cerrados de conocimiento, saber que la ciencia está en constante evolución y que es milenaria.

BIBLIOGRAFIA.
1.     Bowthorpe JA (editor) Stop the thyroid madness II. Laughing Grape Publishing LLC. Colorado. USA. 2014.

2. Reagor L, Gusman J, McCoy L, Carino E, Heggers JP. The effectiveness of processed grapefruit-seed extract as an antibacterial agent: I. An in vitro agar assay. J Altern Complement Med. 2002 Jun;8(3):325-32.

3. Ponce-Macotela M1, Rufino-González Y, González-Maciel A, Reynoso-Robles R, Martínez-Gordillo MN. Oregano (Lippia spp.) kills Giardia intestinalis trophozoites in vitro: antigiardiasic activity and ultrastructural damage. Parasitol Res. 2006 May;98(6):557-60. Epub 2006 Jan 20.




Asociacion Isomet

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